Una vez que el donante ha acabado su donación, la sangre extraída pasa a ser separada por componentes: hematíes, plaquetas y plasma. Esta técnica se conoce como fraccionamiento sanguíneo y posibilita que cada paciente reciba el hemoderivado que necesite.
Por esta razón afirmamos que cada donación de sangre salva tres vidas ya que con una donación -separada posteriormente en los hematíes, plasma y plaquetas- se puede ayudar a mejorar la salud de varios pacientes. La separación de la sangre en los diferentes componentes se realiza en la sala de fraccionamiento y se realiza mediante la técnica de centrifugación. Los componentes sanguíneos deben almacenarse en las condiciones y a la temperatura que especifica la normativa:
- Hematíes: Se deben mantener a temperatura de entre 2 a 6 grados por un periodo máximo de 42 días.
- Plaquetas: Se tienen que conservar a 22º durante un periodo de 5 a 7 días.
- El plasma: Se almacena congelado durante un tiempo máximo de 3 años.